El agua es vital para todos
los seres humanos, no solo para el desarrollo de las distintas actividades
socioeconómicas, sino para su consumo cotidiano para poder vivir. La escasez de
agua potable es uno de los más importantes de México, existiendo una
problemática a futuro que impida su utilización en la agricultura.
Un reciente informe ha aseverado que un 70% del
consumo de agua está relativo a la irrigación en los cultivos y demás
actividades agrarias, pero además se ha acrecentado por un excesivo uso de la
electricidad y agua, recursos que tienen elevados subsidios y que en muchos
casos no se tiene en cuenta un consumo responsable. A esto se le suma un
marcado crecimiento poblacional, un incremento en la urbanización y el mal uso
del agua en distintas actividades industriales y económicas, que lleva a un
mayor consumo y a la reducción de las reservas.
Existe una serie de medidas que debe ser llevada a
cabo tanto por parte de entidades gubernamentales como a nivel personal, en lo
que signifique un desarrollo sostenible y aplicadas en distintos niveles:
- Incremento de las inversiones destinadas a la agricultura sostenible y sistemas alimentarios afines.
- Intensificar la producción agrícola libre de emisiones de gases invernadero, junto a otros impactos al medio ambiente, disminuyendo su uso.
- Rediseño en el acceso y consumo de alimentos, sumado a un mayor control de las pérdidas y desperdicios
- Concentración en sectores más vulnerables al Cambio Climático y la inseguridad alimentaria
Estas medidas se centran en la obtención de mayor cantidad de alimentos y un alto rendimiento en su producción, pero sin que ello suponga un incremento en el impacto ecológico.
Integrantes
Judith Escamilla
Tamara Góngora
Rubi Zamarrón
Montserrat Martínez
Laura Merchant
Gaby Romero
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