sábado, 24 de marzo de 2012

Gota a gota...


Al ver una imagen de nuestro planeta, tomada desde lejos, es inevitable pensar que quizá el planeta no debería llamarse Tierra, sino Agua. La mayor parte de nuestro mundo es agua, después de todo.

Nosotros necesitamos mucho de ese elemento, usamos el agua diariamente, pensando que siempre va a estar ahí para nosotros, que jamás se agotará sin importar qué hagamos.



Son muchísimas las veces, que la falta de información y de moral nos hacen olvidar las consecuencias de no cuidar el agua, una de las cosas más esenciales en nuestro querido planeta.


Esto
 resulta muy lamentable, ya que cada día se contaminan ríos y mares por los residuos que empresas tiran clandestinamente. A pesar de que los humanos ya hayan llegado hasta la luna, aunque tengamos muchísimos y muy importantes avances tecnológicos, no podemos ir a tirar la basura en su lugar. Esto es lo que provoca que cuando llueve se tapen las coladeras y se provoquen grandes inundaciones. Estas tonterías no tienen tan sólo unos días sucediendo, ocurren desde hace varios años. Sin embargo, es hasta este momento en el que podemos ver consecuencias más graves. Los peces están muriendo, nosotros nos estamos contaminando cada vez más… No nos damos cuenta de que nos estamos quedando sin ese líquido tan vital.

También se puede contaminar el agua tirando bolsas de basura, ya que van a dar a los mares o ríos y pueden crear parches en los océanos. Sin embargo, hablando de algo más local, es cuando llueve, pues se tapan las coladeras y hay inundaciones con resultados muy poco agradables.

Los medios de comunicación no se esfuerzan lo suficiente por dar mensajes que ayuden a cuidar el agua, porque no dicen las verdaderas consecuencias que puede generar el no cuidarla. Además, nadie hace caso, no comprenderán el daño que le estamos haciendo al mundo hasta que sea demasiado tarde.

La gente no comprende que sólo tenemos el 1% de agua para las más de 7 mil millones de personas en el mundo y la desperdiciamos minuto a minuto al bañarnos, lavarnos los dientes, lavar ropa, trastes, autos, etcétera.

Los niños son la base principal para que en un futuro cercano se cambie la conciencia que se le tiene al cuidado del agua. Si desde pequeños los educamos a ser concientes del daño que hacemos, ellos podrán vivir de una mejor manera. Cuidarían el agua y tendrían un futuro más feliz y más tranquilo.

La contaminación del agua no sólo nos afecta a nosotros, también afecta a los demás seres vivos que habitan la Tierra. ¿Acaso no es injusto que una sola especie asesine a miles de especies más?

Claudia Marisol Ibarra Puente
Mónica Jazmín Cerda Corona
Lilia C. Aguilar Saucedo
Karina Cantú

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